«Espero que Barcelona vuelva a situarse en el centro de la escena internacional del mundo del diseño“, por Guendalina Perelli
Guendalina Perelli, 56 años, separada y con un hijo. Nacida en Milán, Guendalina se mudó a Barcelona hace 6 años. Es especialista en relaciones públicas, propietaria de la agencia de relaciones públicas y medios GWEP y editor en chief de la revista online de diseño thesignspeaking. Es cofundadora y el alma de TERRASZA, la primera plataforma phygital internacional de diseño exterior que debutará desde Barcelona en octubre de 2023.
Por qué escogiste Barcelona?
Me mudé aquí por amor a mi hijo. Mi exmarido se había mudado aquí hacía nueve años y quería que nuestro hijo viniera a Barcelona para estudiar en un instituto italiano. Pensé que lo correcto era que un adolescente se quedara con su padre, pero la tentación de no dejarle era más fuerte, así que decidí mudarme yo también. También la elegí porque estaba bien comunicada con Milán, donde sigo trabajando, y me daba la oportunidad de ponerme a prueba de nuevo, de abrir un nuevo capítulo en mi vida. Llegué aquí con casi 50 años, sin conocer a nadie y sin hablar el idioma o, mejor dicho, los idiomas… Nunca pensé que estudiaría catalán y español. Todo un acto de fe.
¿Qué aspectos de la ciudad destacarías como positivos?
Me enamoré de Barcelona desde el primer momento. Viajo mucho, parte de mi trabajo está en Milán, pero cuando vuelvo me siento como en casa. Es una ciudad abierta, integradora, alegre. El clima sin duda influye mucho, y el mar, quizá ya no podría vivir en una ciudad sin el mar. Y luego la vida al aire libre, la de las terrazas, que inspiró mi nuevo proyecto TERRASZA, un homenaje a la capital catalana, en si misma un Manifiesto del placer de reunirse con amigos y familiares en un acogedor espacio al aire libre.
¿Qué aspectos de la ciudad hay que mejorar? ¿Cómo?
Me gustaría que la ciudad ofreciera más contenidos culturales de calidad, exposiciones de arte de alcance internacional. Que fuera capaz de crear una comunidad entorno al mundo del diseño, como ya existe en lo del arte. Aquí viven creativos, diseñadores, grafistas, además de arquitectos, interioristas y muchas empresas del sector, pero no hay la participación que veo en Milán en eventos.
Por eso estoy trabajando en esta dirección: mi proyecto TERRASZA, una plataforma phygital dedicada exclusivamente al diseño de exteriores, ve su debut en la ciudad que la inspiró. Un circuito que conecta diferentes lugares de la ciudad, como showrooms, hoteles y espacios públicos, ofreciendo una experiencia inédita de instalaciones, exposiciones y encuentros culturales, que pretende arrojar luz sobre temas contemporáneos clave, fomentando el diálogo y la reflexión, con el fin de encontrar soluciones sostenibles y vanguardistas.
¿Qué esperas de la Barcelona de los próximos años?
Mi sueño es dotar a esta ciudad de un evento distintivo y único que la vuelva a situar en el centro de la escena internacional del mundo del diseño. Me gustaría que volviera a ser pionera, vanguardista y protagonista con un proyecto de identidad que la distinga para que los amantes del diseño vengan a Barcelona. Algunas de las mejores marcas de exteriorismo están aquí, en Barcelona y en Cataluña.
¿Cuál sientes que es tu ciudad? ¿Qué es lo que más echas de menos?
La verdad es que, como italiana, no echo nada de menos en Barcelona. Puedes encontrar todo lo que necesitas, no siento nostalgia del país donde nací… mi hogar está aquí ahora. Y además la comunidad italiana es muy grande, ¡por si echo de menos hablar mi propio idioma! Y me parece que, en muchos aspectos, Milán y Barcelona son similares. También por la posibilidad de llegar rápidamente a lugares preciosos rodeados de naturaleza. Además del mar y la Costa Brava, Cataluña ofrece hermosos paisajes y estaciones de montaña… la oferta de naturaleza es inestimable para pasar tiempo al aire libre.
