Oportunidad: ganar centralidad financiera, por Francesc Noguera

Barcelona

La revolución digital ha llegado para quedarse y Barcelona se ha convertido en uno de los hubs de innovación más atractivos de Europa por derecho propio, con un ecosistema de más de 1.000 startups tecnológicas. Talento de varios lugares del mundo, entorno que promueve la innovación, calidad de vida y otros factores han permitido que surgieran casos de éxito como Glovo y Travelperk. Dentro del ecosistema también hay fintechs, pero sólo pesan un 4% de la inversión total en startups. No hay razón para que Barcelona no aspire a ser un centro financiero relevante en el continente. Sabadell y Caixabank tienen equipos dimensionados de innovación financiera en Barcelona. Empiezan a aparecer fintechs interesantes. La innovación genera disrupción del status quo. Barcelona tiene que fomentar adecuadamente este ecosistema financiero si quiere ganar centralidad en el contexto europeo.

México

México, y en particular la Ciudad de México, se ha lanzado con fervor a desarrollar un ecosistema poderoso de fintechs y neobanks. En 2019, con 98 nuevas startups, México se consolidó como líder indiscutible para la innovación financiera en América Latina con 394 fintechs, superando a Brasil, cuya economía es un 50% mayor. Este vigor de innovación y disrupción está atrayendo a fondos de inversión. Konfío, una fintech de crédito a pymes, acaba de levantar 250 millones de dólares.

¿La clave del éxito? La colaboración. La Asociación Fintech aglutina a la mayoría de startups y alienta el intercambio de experiencias, incluyendo a bancos y a otras entidades financieras. Jugadores de otros sectores se unen en este espacio apalancándose en capacidades digitales que ofrecen fintechs y bancos. Esta colaboración provoca que se acelere la innovación y el mercado gane en atractivo y proyección.

To do

Para generar impacto, las startups barcelonesas, y las fintech, necesitan escalar. México ofrece una gran oportunidad: es un mercado emergente, de gran dimensión y sin barreras de entrada para extranjeros, donde es posible adaptar con éxito tecnologías y prácticas desarrolladas en mercados más maduros. En 2019 se abrió la ruta directa Barcelona – Ciudad de México con vuelos de Emirates y Aeroméxico. Gracias a esta conectividad, muchos mexicanos, entre ellos inversores y empresarios, están descubriendo Barcelona. Sería bueno que las startups barcelonesas se fijaran en un mercado con afinidades culturales e idiomáticas, donde otras empresas barcelonesas han tenido éxito en el pasado. De paso, este interés apalancaría la imagen de Barcelona en el mundo de la innovación, algo que la ciudad necesita seguir proyectando y cultivando en aras de potenciar su imagen y competitividad.