30 años desde los Juegos Olímplicos que cambiaron Barcelona
Foto: Club Natació Barcelona (Bob Martin)
Muchos coincidiremos en que Barcelona sufrió uno de los cambios más importantes de su historia para los Juegos Olímpicos del 1992.
Los Juegos Olímpicos cambiaron para siempre la geografía y la mentalidad de Barcelona y sirvieron para abrir Barcelona al mundo y darla a conocer a través de la marca Barcelona. La Avenida Litoral, las rondas, la Villa Olímpica y el Port Olímpic son algunos de los cambios más espectaculares que sufrió la ciudad.
Foto: La Vanguardia (Pedro Madueño)
Por primera vez, la inversión necesaria para la construcción y organización de unos Juegos Olímpicos estuvo al servicio de la ciudad anfitriona. Gracias a las olimpiadas de 1992, Barcelona se abrió al mar. Por todo esto y muchos más hoy te queremos traer un post sobre cómo las olimpiadas transformaron la Barcelona de hace 30 años.
De la montaña al mar
Desde el inicio de los Juegos Olímpicos en 1896, las ciudades anfitrionas han aprovechado esta oportunidad para proyectar al mundo una imagen específica de sí mismas, para abordar grandes proyectos de infraestructura, o para desarrollar rápidamente planes urbanísticos.
Barcelona no iba a ser diferente. En ese momento, la limitación física de Barcelona al norte y sur con los ríos Besòs y Llobregat y al oeste con la montaña de Collserola hacía que la ciudad diese la espalda al mar. Y es que el mar era la zona industrial donde la mayoría de las empresas y fábricas estaban en desuso. No fue hasta el 92, con la celebración de los Juegos Olímpicos, cuando la ciudad se abrió al mediterráneo con la construcción del Port Olímpic, y la Villa Olímpica, de la mano de genios de la arquitectura como Oriol Baselga.
Foto: Àrea metropolitana de Barcelona, IGN
Si echamos la vista atrás 30 años, la apertura de Barcelona al mar no será el único cambio destacable por el que pasó la ciudad. La adjudicación de Barcelona como sede olímpica en el 1986 fue el empuje que la ciudad necesitaba. El evento por excelencia del deporte a nivel mundial permitió aplicar cambios urbanísticos a gran escala.
El barrio de Montjuïc es un claro ejemplo de ello. La emblemática torre de telecomunicaciones, diseñada por el arquitecto Santiago Calatrabra, situada en el anillo olímpico de Montjuïc; las famosas piscinas municipales, que crearon una de las fotos más icónicas de Barcelona’92 con el atleta saltando con el skyline de Barcelona de fondo; el campo municipal de rugby de la Foixarda; el Palau Sant Jordi y l’Estadi Lluís Companys, son solo algunos cambios que se implementaron de cara a los JJOO. De hecho, otras sub-sedes como el Parc Olímpic del Segre, el canal Olímpic de Castelldefels, el Palau d’Esports de Granollers, l’Estadi Olímpic de Béisbol de l’Hospitalet de Llobregat, el campo de Tiro Olímpico de Mollet del Vallés o las instalaciones Olímpiques de l’Estany de Banyoles también sufrieron cambios y nuevas instalaciones.
Foto: Ajuntament de Barcelona
Además, ¿sabías que, aparte de las instalaciones deportivas, Barcelona mejoro su infraestructura viaria con las famosas Rondas para poder circular sin necesidad de entrar en la ciudad? Esta es una de las muchas otras mejoras que experimentó Barcelona a nivel circulatorio para adaptarse a un evento de tales magnitudes. Y es que, si tuviésemos que enumerar todos los cambios de la Barcelona pre y post olímpica estaríamos comparando dos ciudades completamente diferentes, pero con el mismo espíritu.
La Barcelona Voluntaria
Si echamos la vista atrás, nos daremos cuenta de que todos estos cambios fueron posible, en gran parte, gracias a la gran cantidad de voluntarios que se sumaron y volcaron al proyecto de Barcelona’92 desde el primer momento. Con el anuncio de la candidatura se inscribieron 60.000 voluntarios que presentaron su candidatura para dar la cara por la ciudad y hacer de Barcelona una ciudad 100% preparada para las Olimpiadas. Sin embargo, a finales del 1986 la cifra de candidaturas de voluntarios había ascendido hasta los 102.000. Finalmente, después de los procesos de selección se obtuvieron 35.000 voluntarios para los Juegos Olímpicos y 15.000 para los paralímpicos.
Foto: Ajuntament de Barcelona
Tres décadas después, el legado de las Olimpiadas sigue vigente en muchos aspectos y uno de ellos es la comunidad de voluntarios que hizo posible la celebración del evento. Hoy en día la Asociación Voluntaris 2000 sigue con la labor de organización y promoción de eventos deportivos de distintos ámbitos.
La Marca Barcelona
Durante los años previos a la organización de los Juegos Olímpicos, Barcelona recibía 1,7 millones de turistas. Después de la celebración de las olimpiadas la cifra incrementó rápidamente, llegando hasta los 2,5 millones de visitantes en el año siguiente y creciendo año tras año hasta los casi 12 millones de 2019.
Actualmente, Barcelona es una de las ciudades más visitadas a nivel mundial y todo esto fue posible gracias a la nueva ‘marca Barcelona’ que surgió después de la celebración de los Juegos. La organización de los Juegos Olímpicos del 1992 fue una de las mejores estrategias jamás implementadas de ‘city branding’.
Durante los siguientes años, a posteriori de los JJOO, Barcelona supo proyectar su imagen a nivel internacional, convirtiéndose rápidamente en uno de los destinos más cotizados para los turistas. Gracias a los Juegos, Barcelona se abrió no solo al mar, sino que a todo el mundo. La capital catalana se volvió una ciudad más cosmopolita, con gente venida de distintas partes del mundo que nada más aterrizar en Barcelona quedaban impregnados de su espíritu y decidían quedarse. El gran nivel de la organización de las Olimpiadas dio a Barcelona la autoestima necesaria para creer que podía ser una de las ciudades punteras del mundo.
Hoy en día Barcelona debería continuar con un movimiento similar al cual podríamos llamar ‘marca Barcelona 2.0’ en el que debería retomar el espíritu de Barcelona’92 y posicionarse como hub internacional para el talento.
Celebración de los 30 años de Barcelona 1992
Treinta años después, el recuerdo y el legado de Barcelona’92 sigue muy vivo. Así se puso de manifiesto este jueves en el Saló de Cent, donde el Ayuntamiento de Barcelona celebró un acto institucional para recordar la labor de los voluntarios y el relieve generacional en el ámbito deportivo con un ‘mapping’ sobre la fachada del ayuntamiento, un espectáculo con luces, sonido y actuaciones.
Foto: La Vanguardia (Àlex García)
El acto conmemorativo del 30 aniversario de los Juegos Olímpicos reunió a muchos de los protagonistas de aquel acontecimiento, que sirvió como pretexto para transformar Barcelona y colocarla en la primera línea de las ciudades del mundo.
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