«La energía que Barcelona transmite es la mejor», por Iosif Xiradakis

Iosif Xiradakis, 29 años, griego y estadounidense. Nacido en EE. UU., Iosif se mudó a Atenas a una edad temprana. Regresó a Florida para estudiar en la Universidad del Sur de Florida (USF), donde obtuvo una licenciatura, y luego se unió a CED, una distribuidora de materiales eléctricos. Finalmente dejó EE. UU. para cumplir con su servicio militar en Grecia, antes de mudarse a Barcelona hace más de tres años para cursar un MBA en Esade. Actualmente, trabaja en ventas desde hace casi dos años en SAP, una multinacional alemana del sector tecnológico con presencia en todo el mundo.
¿Por qué escogiste Barcelona?
Hay tres razones principales por las que elegí Barcelona hace tres años: localización, cultura y oportunidad profesional. Antes de mudarme, estaba solicitando ingreso a varios programas de MBA en Europa y en EE. UU. Elegí Europa para estar más cerca de mi familia, que estaba en Grecia. Elegí España por las similitudes culturales, pero también por la mentalidad del sur de Europa: trabajamos para vivir, no al revés. Barcelona es un centro de talento internacional, y quería formar parte de su futuro.
¿Qué aspectos de la ciudad destacarías como positivos?
La infraestructura diaria de la ciudad es increíble. Los equipos de limpieza merecen ser celebrados, ya que su servicio es incesante; algo imprescindible para una ciudad tan activa. Las interminables opciones de transporte público dentro de la ciudad o hacia otras partes de España también son una gran ventaja. Finalmente, la energía que esta ciudad te transmite es la mejor: su gente, eventos, cultura, historia y, por supuesto, el mejor equipo de fútbol del mundo. ¡Visca el Barça!
¿Qué aspectos de la ciudad hay que mejorar? ¿Cómo?
El mayor problema de la ciudad es la falta de visión. Barcelona está persiguiendo simultáneamente tres versiones diferentes de sí misma, y eso no es sostenible. La primera es su símbolo como capital del pueblo catalán. La segunda es su enfoque en el turismo interminable que atrae. La tercera es una identidad recientemente adquirida como un ‘hub’ global de tecnología y ‘startups’, con nuevas empresas fundándose y multinacionales abriendo oficinas. La ciudad necesita una visión que encuentre el equilibrio entre las tres.
¿Qué esperas de la Barcelona de los próximos años?
Espero que Barcelona siga creciendo y prosperando en los próximos años. La presencia internacional en la ciudad continuará aumentando, lo que ampliará las oportunidades académicas y profesionales disponibles. Lo que no cambiará será el estilo de vida de la ciudad, que mantendrá su cultura joven y vibrante. Los únicos cambios negativos que podría prever serían los derivados del cambio climático, mientras la ciudad se prepara para afrontar ese tipo de desafíos.
¿Cuál sientes que es tu ciudad? ¿Qué es lo que más echas de menos?
He pasado mi vida hasta ahora en tres países y cuatro ciudades: Tampa (Florida), Atenas, Sacramento (California) y Barcelona. Estoy conectado con todas ellas y las he considerado como mis ciudades. De Tampa extraño la sensación de verano durante todo el año; de Sacramento, la increíble belleza natural y los paisajes del estado; y, de Atenas, el café freddo espresso y… ¡la mejor comida del mundo! Dicho esto, mi país es solo uno, y ese es Grecia.
