Visitamos Poble Espanyol: un lugar de historia en Barcelona
En lo alto de la montaña de Montjuïc encontramos el Poble Espanyol, un lugar emblemático de Barcelona que se ha reinventado a través de todos los cambios que ha vivido.
El Poble Espanyol se creó hace ya casi un siglo: se trata de un espacio nacido a raíz de la Exposición Internacional de Barcelona, en 1929, con el objetivo, en su momento, de mostrar la esencia y el patrimonio arquitectónico y cultural de España.
Hoy en día es un espacio variopinto, que combina muestras de arquitectura, artesanía y arte contemporáneo, con espectáculos de música, conciertos, festivales o eventos gastronómicos. Ubicado en la montaña de Montjuic – que acoge otros espacios de gran peso cultural para la ciudad como es el MNAC o la Fundació Miró – , el espacio es una de las principales atracciones turísticas de la zona, especialmente por el particular diseño del recinto: un conjunto de calles, plazas y edificios a escala real de distintos lugares del territorio español.
El lugar fue ideado originalmente por Puig i Cadafalch y creado por los arquitectos Ramón Reventós y Francesc Folguera, con el apoyo de los pintores Miquel Utrillo y Xavier Nogués, quienes visitaron alrededor de 1.600 poblaciones españolas para seleccionar aquellas edificaciones que se reproducirían en Barcelona.
El Poble Espanyol está compuesto por seis áreas regionales, la castellano-extremeña, vasco-navarra, catalana-valenciana-balear, andaluza, aragonesa y gallega, en las cuales confluyen un total de 117 construcciones recreadas de diferentes estilos de la arquitectura que han transcurrido, en un momento u otro, por el territorio español: el Renacimiento, el arte Mudéjar, la arquitectura monástica románica catalana, el Barroco, entre otros.
Una historia, muchos usos
Al igual que ocurrió con la Torre Eiffel en París y muchos otros edificios e instalaciones que se han construido con motivo de exposiciones universales, se preveía que el Poble Espanyol fuera derribado una vez finalizada la Exposición Universal de 1929, lo cual no sucedió gracias a su éxito y las buenas referencias que recibió.
No obstante, con el estallido de la Guerra Civil en 1936, el Poble Espanyol pasó a ser un campo de prisioneros y aún en 1950 siguió amenazado por el régimen dictatorial franquista. En 1950 el Ayuntamiento de Barcelona asumió la gestión para rehabilitar el espacio y devolverle su espíritu inicial, lo cual no fue suficiente debido a que el lugar mantuvo una imagen de cierta decadencia. No fue hasta el año 1996 que el Poble Espanyol recuperó vida cuando un grupo de empresarios tomó las riendas del recinto por el potencial que este presentaba.
“Hoy es un espacio que conjuga ocio y cultura, con espacios como el Museo Fran Daurel, donde se exponen obras de artistas como Dalí y Picasso.”
Escaparate de artesanos y espacio cultural
El interés turístico del Poble Espanyol ha seguido aumentando, aunque también para los propios barceloneses es un lugar tanto de cultura – con espacios como el Museo Fran Daurel donde hay una colección privada de artistas internacionales – como de ocio gracias a su programa de celebraciones, actividades musicales y fiestas dirigidas tanto al visitante de dentro como de fuera de la ciudad.
Además, Poble Espanyol no es solamente para aquellos que quieren visitarlo y aprovechar su tiempo libre ahí, sino que también es el lugar de trabajo de muchos artesanos, pues muchos han abierto sus talleres y negocios dentro del recinto. Gracias a ellos, el Poble es todavía más atractivo, y puedes encontrar artesanos de cuero, de cerámica, de cristal o incluso joyeros en directo desarrollando sus actividades. El recinto ha sido declarado Zona de Interés artesanal por la Generalitat de Catalunya.
El Poble Espanyol es el reflejo de grandes cambios en la ciudad; una mezcla de historia, cultura y entretenimiento que lo convierten en un lugar muy particular: jamás había sido tan fácil viajar de Albarracín a Ronda en menos de diez minutos.