JLL, una consultora inmobiliaria que apuesta por la tecnología y la sostenibilidad
Laura Caballero, Digital Business Experience Director & Head Barcelona Office
¿A qué se dedica JLL?
JLL es una consultora inmobiliaria internacional, que ofrece servicios en el mercado inmobiliario y la gestión de inversiones. Actualmente, cuenta con unos 92.000 empleados repartidos en más de 80 países del mundo.
En España, la empresa abrió su primera oficina en 1987. En la actualidad, contamos con una oficina en Madrid y otra en Barcelona, que acogen a unos 430 trabajadores.
¿En que año se fundó y cuándo empezaste a trabajar en esta empresa?
JLL se fundó en 1760.
Empecé a trabajar en la empresa en 2003 así que he estado una parte importantísima de mi vida profesional vinculada profesionalmente a esta empresa y al mundo inmobiliario.
¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
En el área digital, el dinamismo que implica y la necesidad de explorar continuamente nuevas tendencias y poner en marcha nuevas herramientas. En el área de gestión de la oficina, la visión transversal del negocio que proporciona y la posibilidad de trabajar con equipos multidisciplinares. El mundo inmobiliario te permite además ver cómo se transforman las ciudades y es fascinante ir creciendo con esa transformación aportando tu granito de arena.
¿Y lo que menos?
Cuando el dinamismo implica correr demasiado y no se puede disfrutar del momento tanto como nos gustaría.
¿En qué crees que destaca tu empresa?
Por una parte, la apuesta real por la tecnología y los datos que nos permitirán transformar el sector en el que operamos y, por otra parte, nuestro compromiso con la reducción del impacto medioambiental de los inmuebles será una prioridad clave, ya que el sector inmobiliario es responsable del 40% de las emisiones de carbono a nivel mundial
¿Cuál es su principal reto?
Como empresa global, en JLL tenemos la responsabilidad inherente de impulsar los esfuerzos de sostenibilidad y responsabilidad social corporativa. Colaboramos con nuestros clientes para dar forma a las oportunidades de crecimiento, transformar a través de la tecnología y construir comunidades fuertes. Nuestro propósito es dar forma al futuro del sector inmobiliario para construir un mundo mejor.
¿Dónde se sitúa tu empresa?
La sede de JLL en Barcelona está ubicada en la planta 26 de la emblemática Torre Glòries.
¿Sabes por qué se escogió esta ubicación?
Nuestra apuesta por la tecnología requería acercarnos al mayor hub digital de la ciudad que se ubica en el 22@ y el entorno de Glòries. Además, la nueva centralidad de Barcelona se está trasladando hacia esta parte de la ciudad, por lo que queríamos ser pioneros siendo la primera consultora inmobiliaria internacional que apostaba por ubicarse en este entorno. Nuestra oficina tiene unas vistas increíbles y está diseñada para las nuevas formas de trabajo que han surgido tras la pandemia. Son muy inspiradoras.
¿Qué es lo que más te gusta del barrio en el que trabajas?
El dinamismo que se respira. La gente no sólo viene a trabajar, también vive, estudia y se divierte en el entorno.
¿Cómo es de importante Barcelona para vuestra empresa?
Un pilar en la estrategia de crecimiento para JLL, no sólo por sus fundamentales inmobiliarios sino también por aquellos valores intrínsecos que hacen de la ciudad un referente internacional para los negocios y la atracción de talento.
¿Con qué ciudad compararías Barcelona?
Barcelona se posiciona actualmente en los rankings mundiales más importantes como una de las mejores ciudades donde vivir o trabajar, hub tecnológico, etc. Y comparte rankings con ciudades como Londres, París, Dublín, Ámsterdam, Berlín… Siempre que vuelvo de un viaje pienso que vivo en una de las mejores ciudades del mundo, pero evidentemente cada lugar tiene su encanto y potencialidades.
¿A qué modelo de ciudad crees que debería parecerse Barcelona?
Históricamente Barcelona ha sido capaz de liderar transformaciones que han permitido posicionar la ciudad internacionalmente en muchas cuestiones de interés. No se trata de parecerse a nadie en concreto, sino de saber valorar y detectar aquellos proyectos de transformación que muchas ciudades han liderado con grandes éxitos y adaptarlos a nuestro entorno.
¿Qué buenas prácticas de otras ciudades te gustaría que Barcelona adoptara?
Barcelona tiene retos por delante que otras ciudades han sabido articular como mejorar la fiscalidad, políticas de acceso a la vivienda, transformación y conexión del área metropolitana, políticas de movilidad, espacios verdes, un modelo de turismo sostenible, etc.
¿Qué le pides a la Barcelona del futuro?
Debemos recuperar la iniciativa y el liderazgo para que la ciudad siga siendo un referente y responda a los grandes retos presentes y futuros. Sólo con una colaboración público-privada que trabaje conjuntamente generando sinergias y aplicando políticas efectivas y eficientes lograremos un impacto directo en medidas para los ciudadanos y el entorno económico.
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